23.3.10

Quizás una vida alcance. Quizás un segundo nunca sea suficiente. Y si no me da la gana de hacerlo. Si de repente me dan esas inmensas ganas de cogerte en medio del pozo, despedazarte en medio del mar, llenar de tu sangre los mundos. Convertir a todos en vampiros. Vampiros en ti. Muertos por ti. Sedientos de mar y mundo. Y no tengo que darte rosas ni susurrarte ni besarte ni tocarte ni mirarte sino quiero sino tengo tiempo. No habrá espacio pues el cielo se habrá saturado de tu suciedad. Y caerán gotas de sangre del cielo. Y vamos al cine, compramos crispetas y te las meto por la nariz y luego meto mi lengua por tu garganta y me las como. Crispetas verdes. Inusual.

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